Julia Alvarez Iguña

Julia Alvarez Iguña

Psicología on Line

Psicología de Deporte

Psicología de la vida cotidiana

¿Cómo nos pensamos durante un partido?

30 de junio de 2010


Lo que los jugadores piensan o verbalizan con respecto a su juego es crítico y afecta al rendimiento a corto o a largo plazo.
La autoconversación es todos los pensamientos que se tienen en la cancha desde el tee del hoyo uno, mientras se va caminando al segundo tiro, junto a todas esas palabras que perduran hasta el hoyo dieciocho. El jugador debe estar centrado en sí mismo y en sus pensamientos. Eso es el feedback (conversación interior) que debe tener todo deportista.
La clave para el control de nuestros pensamientos es el autodiálogo o autoconversación. La frecuencia y el contenido de los pensamientos varían de una persona a otra, pero podemos afirmar que cada vez que pensamos acerca de algo, estamos hablando o dialogando con nosotros mismos y actuando en consecuencia. El autodiálogo, cuando es negativo, distrae de la tarea que hay que realizar, interrumpe las habilidades automáticas aprendidas y conduce a un pobre rendimiento deportivo.

Cuando un deportista se considera a sí mismo un mal jugador a través de sus creencias juega y desempeña ese rol. Un pensamiento apropiado o positivo conduce o proporciona sentimientos de valía y alto rendimiento deportivo.
Podemos afirmar que nuestros pensamientos definen nuestro juego, influyen en nuestra conducta de acuerdo a como interpretamos, vemos y valoramos los acontecimientos. El jugador debe centrarse en cuales son las situaciones estresantes del partido que ponen en marcha los pensamientos negativos: por ejemplo, un jugador falla un green en una muy buena posición para poder bajar un golpe y piensa: “¡Qué burro soy, así no voy a ningún lado!”. Este pensamiento interfiere en la meta a lograr, porque gatilla la ansiedad e impide centrarse en la jugada siguiente por miedo de repetir el error.
Debés poder detener esa forma de reaccionar y tener alguna frase personal para decirte y estimularte positivamente, recordando que lo que sucede en la cancha está dentro de lo posible y, que hasta fallando varios tiros se puede hacer un buen score.

Centrate en tu rendimiento y en tu esfuerzo y no en los resultados. Las autoinstruciones o tu autodiálogo ha de ser congruente con tu estado de ánimo. No vale pues decirte: "no estoy nervioso" cuando en realidad lo estas y es esperable que así sea. Es mejor decirte: "Estoy nervioso, pero sé lo que tengo que hacer para superarlo".
¿Cuáles son los pensamientos que pasan por tu mente durante el juego?
Escribílos y observá si hay alguno en particular que llame tu atención. ¿Cuántas veces ésta situación se repite? Si es así:
¿Cómo lo vas a resolver la próxima vez?Al pensar esta pregunta te darás cuenta que seguramente sos tu primer enemigo. Es imposible jugar cualquier tipo de deporte sin experimentar el fracaso. Como decía Michael Jordan “he fracaso una y otra vez en mi vida, y por eso he triunfado”. Conseguir éxito en cualquier tarea implica correr riegos. El éxito de Jordan no hubiera sido posible si no hubiera superado las derrotas, las decepciones y los fracasos, pero siguió luchando por su objetivo porque creía en sí mismo.
Si ante un tiro pensamos demasiadas cosas, seguramente nos confundamos e interfiera en la fluidez del movimiento. Utilizá una sola palabra clave que represente sensaciones positivas de juego. Por ejemplo: “tranquilo”, “relajado”, “calma” etc. Cada jugador tendrá su propia palabra disparadora.

Tratá de disfrutar de tu juego, no dejes que lo negativo se intrometa y perturbe la eficacia de tu swing. Mantené una actitud positiva. Vos podés ser tu aliado o tu enemigo; si tu cuerpo responde como un ganador, por dentro te verás como tal, si tu cuerpo va arrastrándose por la cancha, tu imagen y tu lenguaje corporal serán negativo y facilitarás que la actitud también lo sea.

Julia Alvarez Iguña