Julia Alvarez Iguña

Julia Alvarez Iguña

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Pegar más lejos no significa pegar más fuerte

1 de abril de 2010



Conseguir poder y distancia es una de las habilidades que todo jugador desea obtener a través de un buen impacto con la pelota. Se practican muchas horas para ir construyendo una mecánica y un método sólido de juego para ser usado en diferentes situaciones de cancha.
El swing es energía, es movimiento, es una completa rotación del cuerpo con el objetivo de generar velocidad con la cara del palo en un mismo tiempo, desde que comienza hasta que termina el swing.
Es lo que llamamos tener un “buen timming” y lo notamos cuando un jugador pega a una velocidad rápida tratando de impactar, no en la pelota, sino en pasar a través de la pelota.

Algunos jugadores tienen un tiempo lento como Ernie Else o Fred Couples, mientras otros lo realizan de forma explosiva como Tiger Woods o Nick Price. Cuando observamos a un profesional, vemos que lo hacen tan fácil que los queremos imitar. Ellos no tratan de pegar fuerte ya que sus fibras musculares están relajadas: tienen control, poder y velocidad.
La fuerza es medida de acuerdo a la cantidad de energía y potencia que tiene la musculatura. Pero fuerza no es sinónimo de poder.
Poder es lograr controlar la fuerza muscular que se contrae y se relaja y para ello es necesario chequear como se encuentra nuestro cuerpo antes de cada ejecución.
En las habilidades motoras, como en la ejecución de un swing, los procesos mentales en la toma de decisiones son escasos, mientras que la acción es la que adquiere relevancia.

El swing, por ejemplo, es un complejo movimiento que involucra a muchos grupos musculares (de tronco y extremidades inferiores y superiores), que deben contraerse con fuerza para impulsar la pelota, pero cuanta mayor fuerza quieras emplear, otros músculos que no intervienen en la obtención de potencia, producen resistencia logrando un medio swing agarrotado. La primera causa de éstos movimientos bruscos, es la tensión de nuestro cuerpo ante el miedo y la inseguridad.
La tensión en brazos y manos hacen girar la cara del palo, la abren o la cierra. Ante la incertidumbre, nos ponemos tan duros que la pelota sale para cualquier lado donde el pensamiento condiciona al resultado. Si estamos tranquilos y seguros lograremos amplitud de giro y el tiro será fluido y certero.

Los amateurs a veces quieren generar más poder por medio de una sobretensión muscular y está totalmente comprobado que cuánto más duros nos ponemos menor distancia obtenemos.

El jugador tiene un gran potencial pero vive dudando, buscando la perfección, el reconocimiento, la admiración, tratando de evitar el error. Al querer hacer todo tan perfecto, se boicotean continuamente, ya que la perfección no existe. A veces lo simple es sinónimo de aburrido, y se busca inconscientemente el tiro exhibicionista, que muchas veces no lleva a un buen final.
Esta es la causa de tiros sobados, drives cortos, slices, hooks y pelotas que terminan en los árboles.
El golf no es para sacar músculos y tener unos buenos bíceps. Es necesario tener un buen cuerpo trabajado pero para generar velocidad con la cara del palo y el juego de las manos.
Al querer pegarle fuerte a la bola vamos a conseguir mucha fuerza en las muñecas, pero pobre poder en el impacto rompiendo la sinergia del movimiento y perdiendo la sensación del golpe.

Para poder realizar un buen swing se debe tener una mente calma, un cuerpo suelto y un swing en que confiar.
Cuando surgen momentos de tensión, aceptálos. Es lógico y esperable que así suceda. Cada tiro es un desafió y debe ser tomado como tal, sabiendo que el error siempre es una posibilidad de resultado.
A veces creemos que por pegar más largo tenemos más poder. Querer ganar y tener un drive de bastante distancia a todos nos gusta perro no lo uses para demostrar tu poderío ante los demás. Sé inteligente y utilízalo solamente para facilitar tu juego.
Casi todos los golfistas salen a competir con el drive. Hay una necesidad de ser siempre brillantes y fuertes y poder demostrar lo que saben hacer. Sin embargo, hay pegadores de drive cortos que casi siempre logran figurar. Siempre están ahí. Saben jugar con cabeza y tienen la capacidad de pensar como van a jugar el hoyo. Son prolijos en el juego porque hay orden en sus ideas.

Vacién la mente y aflojen el cuerpo antes de jugar. Para ello les daré un consejo. Cierren los ojos, hagan un swing, y visualicen como se encuentra cada parte de su cuerpo, los pies, piernas, caderas, brazos, manos, hombros, cuello. En este ensayo mental traten de realizar un swing con los ojos cerrados chequeando si hay alguna zona en tensión, o si hay fluidez de movimiento.
Utilicen la respiración focalizando la energía en esa zona del cuerpo que está tensa. Esta visualización interna, activa la parte neuromuscular, sirve para la técnica, y para chequear tus sensaciones.

Así mismo, además de ayudarlos a relajarse y concentrarse, es una buena herramienta mental para examinar las posibles opciones en la resolución de problemas de técnica. Entrenála y realizála, tanto en las competencias como en las vueltas de prácticas, o así mismo en el driving range.
Espero que los ayude. No vemos en la próxima.

Lic Julia Alvarez Iguña

1 comentarios:

Senderismo Mundo dijo...

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